Jesús Luzarraga, «El Benedictus (Lc 1,68-79) a través del arameo», Vol. 80 (1999) 305-359
This is the first translation of the Benedictus into Palestinian Aramaic of the time and it casts some light on certain features of the hymn which seems steeped in the biblical culture that surrounds it, not surpassing it but differing from the MT and the LXX in the details of its modes of expression, nor showing signs of dependence on any particular Greek literary trend. There may be an Aramaic background to this hymn for it is capable of faithfully rendering the sometimes irregular Greek and fits in well with the contents and forms of the prayers of its time and with the requirements of poetry. All its lines together make up one ode to God into which good wishes called down upon a child are inserted.
mediación de la palabra de Dios: si se puede expresar con el giro idiomático "por mano de" (2Re 21,10 Zc 7,7.12 Sb 11,2), "por boca de" (S, P) es más reciente (2Cr 36,21s) y en el NT se encuentra siempre en boca de palestinos (He 1,16; 3,18.21; 4,25). H combina ambas expresiones al poner: "por mano (medio) de la boca".
Sin embargo la frase total en griego no es diáfana. Decir que Dios habló "desde antiguo por boca de sus santos profetas" es algo fácil de concebir y de expresar. Pero el texto griego no lo dice así. La lectura preferida por la crítica contiene el que Dios habló por boca tw=n a(gi/wn a)p'ai)w=noj profhtw=n au)tou= (p4 B vg). El que se trata de un texto poco claro lo prueban las variantes textuales. La dificultad para la fácil comprensión de esta frase no depende de la simple elegancia de un hipérbaton griego50, que por lo demás no es tal y viene perfeccionada por otros códices () W y Eus) que escriben tw=n a(gi/wn a)p'ai)w=noj au)tou= profhtw=n. La dificultad nace porque el grecista se ha encontrado con un texto base al que trata de ser fiel; un texto al que todos sus traductores al hebreo lo modifican para hacerlo comprensible, como lo han intentado también otros códices griegos y versiones siríacas (S, P) al decir que Dios habló por boca a(gi/wn profhtw=n au)tou= tw=n a)p'ai)w=noj (D it). Una tradición textual más amplia (occidental Q, alejandrina C, bizantina A) escribe diciendo que Dios habló por boca tw=n a(gi/wn tw=n a)p'ai)w=noj profhtw=n au/tou=, identificando "los profetas" con "los santos" y dejando abierto el interrogante sobre quiénes son estos santos.
El término "santo" como calificativo es normal, y no extraña verlo aplicado a personas. Por eso se encuentra también el giro "santo profeta", probablemente acuñado en Palestina, pues a principios de la era cristiana se aplica a Moisés en Egipto (Sb 11,1)51 y tras la destrucción del templo a los profetas en Babilonia (2Ba 85,1)52. Su origen puede estar en la santificación profética (Jr 1,5) y en el hecho de que a los profetas se les denomina "siervos" de Dios (2Re 17,13.23 Am 3,7 Jr 7,25), precisamente en conexión con la locución divina (1Re 21,10 cp. Sb 11,1); y en este título se unen también Moisés y los profetas (1QS 1,3 cp. CD 5,216,1; 2,12). Pero aquí el término "santo" no es un adjetivo, sino que funciona como sustantivo. Así lo sugiere la mayoría de los códices griegos que leen: Dios habló por