«Recensiones y presentación de libros», Vol. 20 (2007) 147-162
160 Israel Muñoz Gallarte
morfologÃa verbal no indica tiempo serÃa de esperar que, por ejemplo, el aoristo
de indicativo apareciera de manera regular, en sus correspondientes contex-
tos indicando una acción instantánea de presente. Finalmente se destacan la
percepción de los mismos griegos acerca de su sistema verbal, la complejidad
de la teorÃa de Porter y el principio de cancelabilidad –según el que en tiempos
verbales, como el imperfecto o el aoristo, el significado de pasado no puede ser
cancelado–.
Una vez aceptadas y defendidas las bases sobre las que se asienta su tesis, el
profesor Decker acota, dentro de la semiótica, la deixis como la “localización e
identificación de personas, eventos, procesos y actividades acerca de las cuales
se habla o que son referidas, en relación al contexto espaciotemporal creado
y sostenido por el hecho de la expresiónâ€. De esta deixis participa una serie
de categorÃas, la deixis personal, social, locacional, discursiva y, finalmente,
temporal, entendida como la gramaticalización de relaciones temporales de
eventos para la codificación del tiempo.
El capÃtulo tercero, “Deictic Indicators in Mark†(pp. 63-90), es el auténtico
centro del estudio, en el que se realiza un minucioso análisis semántico de los
recursos que indican temporalidad en el texto griego de Marcos.
El profesor Decker comienza con una somera presentación de los casos
mayores nominales –nominativo, acusativo, genitivo y dativo–, como marcas
de deixis temporal, aportando una serie de ejemplos en los que el contexto y
la semántica del sustantivo, más que el caso en el que se encuentran, indican
caracterÃsticas de la acción verbal.
A continuación, a modo de diccionario, se analizan los indicadores adver-
biales desde el punto de vista semántico, siendo reseñable el análisis de εá½Î¸ÏÏ‚
(pp. 73-77), realizado con gran acritud. Después se abordan, de igual modo, las
preposiciones y conjunciones, para acabar con los indicadores lexicales: tér-
minos de referencia temporal en general, como καιÏός; relaciones temporales
explicitadas por términos como á¼€Ïχή ο Ï„Îλος; unidades de tiempo, como ἔτος;
palabras que refieren la edad de personas o cosas, como παλαιός. Finalmente
se incluye una sección denominada “otros indicadores deÃcticos†que incluye
partÃculas como ὅταν e indicadores compuestos –sirvan de ejemplos, ἕως ἄν,
á½¥Ïα πολλή–. En este último grupo, el prof. Decker se limita a ofrecer una
traducción y su concordancia, en lugar de los análisis presentados para los
términos anteriores.
El cuarto capÃtulo, “Temporal Elements of the Verb in Mark†(pp. 91-126),
comienza con una serie de cuadros explicativos y diagramas en los que se
atiende al rango de uso de tiempos verbales en Marcos y en el Nuevo Testamen-
to. A continuación, se analizan pormenorizadamente los resultados de esos
cuadros en contexto.
En primer lugar, el apartado denominado “uso del aoristo†concluye afir-
mando que, aunque las formas verbales en aoristo de indicativo indican ma-
yoritariamente tiempo pasado, existe un porcentaje significativo de usos que
se refieren a tiempos presente, futuro o sin restricción alguna, de modo que el
valor dominante del aoristo no serÃa el temporal, sino el aspectual perfectivo.
En segundo lugar, el análisis del tiempo de presente demuestra que éste,