Florentino Garcia Martínez, «Las tradiciones sobre Melquisedec en los manuscritos de Qumrán», Vol. 81 (2000) 70-80
This note deals with two topics reflected in the Qumranic text 11QMelchizedek (11Q13) which shed a certain light on two aspects of the messianic beliefs of the Qumran community: the widening in pre-Christian Judaism of the concept of the redeemer of the eschatological time to include a non-human agent of salvation who may be called "messiah", as in Christianity; and the indication of the "messianic" character of the expected eschatological Prophet, announced as a "messenger" by Isaiah and identified as "the anointed of the spirit" in 11QMelch.
del texto bíblico es aplicado a "los últimos tiempos"44. La metáfora de Isaías es clara. El Profeta habla de una sola persona, el "mensajero", un mensajero que anuncia la paz y que es también llamado "mensajero de bien", cuyos pies marchan sobre los montes. Pero, como es normal en la exégesis atomística de los pesharim, los distintos elementos de la metáfora bíblica son debidamente separados y provistos cada uno de ellos de su propia interpretación, confirmada o no, según el caso, con un texto bíblico al apoyo. En el pesher de 11QMech cada uno de estos elementos concierne a un personaje diferente, introducido por el pronombre correspondiente: las montañas son ... y el mensajero es ... y el mensajero de bien es...
La precisión añadida a propósito del "mensajero de bien" como explicación de la aplicación que se le hace de Is 61,2-3, es decir, que es él quien los instruirá en todos los períodos del mundo, permite una identificación relativamente fácil del personaje en cuestión con la figura esperada para el final de los tiempos que los manuscritos designan como "el que enseñará la Torah al final de los tiempos"45, el Maestro de Justicia escatológico46. En definitiva, la función más característica del Maestro de Justicia (tanto de la figura histórica como de la figura esperada en el futuro escatológico) es la de instruir a los miembros de la comunidad en el significado profundo de la Torah y de los Profetas. El Pesher de Habacuc dice de él expresamente que Dios lo ha puesto en medio de la comunidad "para interpretar todas las palabras de sus siervos los Profetas, por cuyo medio ha anunciado Dios todo lo que va a pasar a su pueblo Israel"47; gracias a la revelación que el Maestro ha recibido, la comunidad es consciente de estar viviendo en el "último período" de la historia.
La identificación de "las montañas" con los Profetas bíblicos tampoco presenta mayores problemas, a pesar de que la conexión exegética se ha perdido en la laguna del texto. En mi opinión, la interpretación del texto se sitúa en la misma perspectiva que 1QpHab vii 1-5 ofrece a propósito de Hab 2,1-2: "Y dijo Dios a Habacuc que escribiese lo que había de suceder a la última generación, pero el final del período no se lo hizo conocer. Y lo que dice: Para que corra el que lo lee. Su interpretación se refiere al Maestro de Justicia, a quien ha hecho conocer todos los misterios de las palabras de sus siervos los Profetas". Para la comunidad, las palabras de los Profetas (y de la Torah) contienen un doble sentido: una significación accesible a todos y otra misteriosa, que sólo la comunidad conoce gracias a la revelación que el Maestro ha recibido48. Si el "mensajero de bien" es quien instruye acerca de los períodos del mundo, "las montañas" sobre las que marcha difícilmente pueden ser otra cosa que los libros de los Profetas en los que el misterio de los períodos del mundo se halla oculto.