José Antonio Artés Hernández 52 También desde el punto de vista morfológico destacan la presencia de las formas verbales con aumento silábico en ἠ-, ἠδύνατο (19,3) y ἤμελλεν (19,4), que Schmid califica como “gratas para la κοινή ”10, y la aparición de los verbos διαγογγύζω, con sufijo -ζω, empleado sólo por Lucas en el NT y que ya aparece en los LXX, y συκοφαντέω, denominativo en -έω de los que encontramos otras muestras en el texto estudiado (19,2: καλέω; 19,3.10: ζητέω) de acuerdo con la tendencia operante en la época11, y que también toma Lucas de los LXX12. Como arcaísmo morfológico destaca el mantenimiento del valor pri- mitivo de la perífrasis de μέλω + infinitivo de presente al final de 19,4: ..., ὅτι ἐκείνης ἤμελλεν διέρχεσθαι, “porque iba a pasar por allí” (junto al sicómoro), cuando en la κοινή, aunque dispongamos de antecedentes en Aristófanes, no es ya sino una forma analítica de expresión del futuro13. La forma ἰδού ha dejado de percibirse como imperativo para pasar a tener un valor adverbial en 19,2; en cambio, en 19,8 se percibe aún un cierto valor verbal: 19,2 Καὶ ἰδοὺ ἀνὴρ ὀνόματι καλούμενος Ζακχαῖος, ..., “En esto, un hombre llamado Zaqueo, ...” por oposición a 19,8 ἰδοὺ τὰ ἡμίσιά μου τῶν ὑπαρχόντων, κύριε, τοῖς πτωχοῖς δίδωμι, ..., “Mira, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres, ...”. También podemos destacar la presencia del participio neutro sustan- tivado τὸ ἀπολωλός, que se ajusta perfectamente a la abundancia de adjetivos de ese mismo tipo en la κοινή14. Schmid, Der Atticismus, 590. Sobre este tipo de aumento cf. asimismo E. Mayser, 10 Grammatik der griechischen Papyri aus der Ptolomäerzeit I 2 (Berlín 1970) 93. Para los verbos en -ζω cf. Mayser, Grammatik, 118, P. Chantraine, Morfología histó- 11 rica del griego (Barcelona 1983) 155 para la extensión de este tipo verbal a raíces diferentes de las a priori, admitidas y Hoffmann – Debrunner – Scherer, Historia, 327; para los verbos en -έω v. Mayser, Grammatik, 117. διαγογγύζω aparece en once ocasiones en los LXX, por ejemplo en Ex 16,7; 12 συκοφαντέω en ocho: cf. R. Morgenthaler, Statistik des neutestamentlichen Wortschatzes (Zúrich 1958) s.v. Como señalan Piñero – Peláez, El Nuevo Testamento, 473, “Lucas es un estudioso de los LXX. Es claro hoy que el autor del tercer evangelio pretendió consciente- mente recubrir su narración con un ropaje sacro”. Cf. A. López Eire, Ático, koiné y aticismo. Estudios sobre Aristófanes y Libanio 13 (Murcia 1991) 45. Para un examen detallado de las diferentes perífrasis con μέλλω cf. L. Basset, Les emplois périphrastiques du verbe grec μέλλειν. Étude de linguistique grecque et essai de linguistique générale (Lyon 1979). Cf. López Eire, Ático, koiné y aticismo, 95, quien hace proceder dicho uso del ático de 14 finales del siglo V y comienzos del IV a.C., y Schmid, Der Atticismus, 608.