240 ÁLVARO PEREIRA-DELGADO hombre llegó, es lo que Dios preparó para los que lo aman”. En el v. 10a, el apóstol omite el objeto directo: “Pero a nosotros Dios [lo] reveló por el Espíritu”. El contexto deja claro que lo que Dios ha re- velado se refiere a lo que el ojo no vio ni el oído oyó, lo que los jefes de este mundo no han conocido, lo que, en cambio, Dios sí ha pre- parado para los que lo aman, esto es, la sabiduría oculta en el misterio de la que se ha estado hablando. A continuación, dicho contenido omitido pero muy presente en el razonamiento recibe una nueva con- ceptualización. Se dice del Espíritu, revelador de esta sabiduría, que lo sondea todo, incluso lo más escondido y recóndito, la extremidad de dicha sabiduría: “las profundidades de Dios” (1 Co 2,10b). Por tanto, el sintagma de “las profundidades de Dios” (ta. ba,qh tou/ qeou/) conecta directamente con la “sabiduría de Dios” (qeou/ sofi,a) de los versos anteriores. En síntesis, Pablo emplea en 1 Co 2,10 la metáfora de las profundidades como correlato de un objeto de conocimiento. La asociación de ba,qoj con el campo semántico del conocimiento también es explícita en Rm 11,33. El nominativo ba,qoj aparece acom- pañado de cuatro genitivos: “Oh profundidad de riqueza (plou,tou) de sabiduría (kai. sofi,aj) y ciencia (kai. gnw,sewj) de Dios (qeou/)”. Aun- que hay varias alternativas exegéticas, la más plausible a nivel semán- tico agrupa ba,qoj ploutou a modo de endíadis4 (“riqueza insondable”, , “profundidad riquísima”), y kai. sofi,aj kai. gnw,sewj qeou/ como atri- buto del sintagma anterior que, también en endíadis, ofrece dos tér- minos para ensalzar la sabiduría divina5. Más aún, los dos sintagmas baqoj ploutou y kai. sofi,aj kai. gnw,sewj qeou/ funcionan como una , , macro-endíadis en la que el primer elemento engrandece la magnitud (“riqueza insondable”) del segundo, que aporta el contenido del atri- buto divino, su sabiduría y ciencia, que superan toda medida. La te- mática del conocimiento seguirá presente en el v. 34: “¿quién conoció (egnw) la mente (nou/n) del Señor?”. ; El elogio de la sabiduría divina de Rm 11,33-36 responde a lo dicho en Rm 11,25 (avgnoei/n; musth,rion). Nótese que lo que es en- J.D.G. DUNN, Romans 9-16 (WBC 38b; Dallas, TX 1988) II, 699: “The 4 combination of the two metaphors (depth and riches) jars at first, but increases the force of the imagery (a treasury which has no bottom)”. Cf. ba,qoj en 2 Co 8,2 también con función superlativa. Sigo aquí a R. PENNA, Lettera ai Romani. Rm 6-11 (SOrC 6; Bologna 2007) 5 II, 391. Esta interpretación tiene a favor la correlación de los dos kai, (tanto ... cuanto ...), que conectan los dos términos sinónimos sabiduría y ciencia. © Gregorian Biblical Press 2013 - Tutti i diritti riservati